miércoles, 30 de mayo de 2012

Cómo comprar Contra la izquierda

Clicando en la cubierta del libro a la derecha, se accede a la página de compra de Contra la izquierda en Unión Editorial, donde podéis leer el texto de presentación de la cubierta, el índice y una breve nota sobre el autor, quien escribe. Veréis también un enlace con el típico icono del carrito de la compra: Ahí es donde yo quería ir a parar...

domingo, 27 de mayo de 2012

Un día en la Feria del Libro


Ayer sábado estuve en la Feria del Libro, firmando ejemplares de mi libro Contra la izquierda. Me codeé, en la caseta de Unión Editorial (la 289), nada menos que con Juan Ramón Rallo, que se hinchó a firmar ejemplares suyos; entre ellos dos para mí, que leeré con mucho cariño. (Crónicas de la Gran Recesión y Los errores de la vieja economía.) Yo, al rebufo de la celebridad, pude estrenarme pronto, y a los veinte minutos ya estampaba mi autógrafo en el primer libro que he vendido en mi vida.

Entre las anécdotas del día, que al lado teníamos la caseta de la Fundación Federico Engels. Las bromas entre quienes advertían el hecho fueron habituales. Lo mejor: Que pude conocer personalmente a mi editor, Juan Pablo Marcos, estupenda persona, y a mi prologuista y sobre todo amigo (hasta ayer, virtual), Francisco José Contreras. Ello a pesar de lo apretado de su agenda en el Congreso Mundial de las Familias, y que tuvo que salir pitando para su caseta de la Feria, donde firmaba ejemplares de Nueva izquierda y cristianismo.

Mañana creo que ya estará a la venta Contra la izquierda por internet, al menos en la página de Unión Editorial. Para los impacientes que estéis en Madrid, ya sabéis: en la Feria hay un 10 % de descuento.




martes, 22 de mayo de 2012

Horario de firmas

Como anunciaba en la entrada anterior, este sábado 26 de mayo estaré en la Feria del Libro de Madrid, firmando ejemplares de mi libro Contra la izquierda, junto a Juan Ramón Rallo (un gran honor para mí), que firmará ejemplares de su libro Los errores de la vieja economía, una refutación del keynesianismo que tiene muy buena pinta. La caseta de Unión Editorial es la 289 y me encontraréis allí de 12 a 14:30 y de 18 a 20 h. La agenda completa de Unión Editorial la podéis consultar aquí.

sábado, 19 de mayo de 2012

Novedad editorial: Contra la izquierda

Permitidme un poco de autobombo. A finales de este mes por fin se publica el primer libro de Carlos López Díaz (servidor), un alegato implacable contra la izquierda, que molestará a los progres ya desde el título (o eso espero). Editado por una prestigiosa editorial del ámbito liberal, y prologado por uno de los grandes pensadores liberal-conservadores que tenemos en España, este libro surge de una reelaboración de textos míos de los últimos cuatro años (no una mera selección), refundidos con otros completamente inéditos. El conjunto es una obra creo que original, y hasta me atrevo a decir que necesaria, aunque las ideas que hallaréis en él manen de fuentes bien conocidas.

Contra cierta tentación de situarse por encima del bien y del mal (quiero decir, por encima de la izquierda y la derecha), hace mucho tiempo que llegué a la conclusión de que una de las tareas más imprescindibles es acabar con la mitología de la izquierda. Derrotarla intelectualmente. Sólo si lográramos esto, sería aquella pretensión sincera. La metáfora bélica no es descuidada. Estamos inmersos desde hace más de un siglo en una batalla ideológica en la cual está en juego el destino de nuestra civilización, nada menos. Alguno ha hablado incluso con más contundencia de "guerra civil occidental".

Mi libro, más allá de valoraciones, es una de tantas incursiones individuales en este campo de batalla de las ideas. Próximamente enlazaré los sitios de venta y estaré en la Feria del Libro para firmar ejemplares, si Dios quiere.

Carlos López Díaz, Contra la izquierda. Escritos liberal-conservadores, prólogo de Francisco José Contreras, Unión Editorial, 2012.

sábado, 5 de mayo de 2012

Las siete diferencias

Imaginemos una persona que acaba de llegar a España y no conoce nuestra prensa de papel. No sería nada difícil ilustrarle sobre las diferentes líneas editoriales de cada periódico, simplemente con una rápida ojeada a las portadas de un kiosko, un día cualquiera. Pero de vez en cuando, esas diferencias saltan a la vista de una manera especialmente significativa. Así ocurre este sábado con las portadas de los dos principales diarios nacionales por tirada, que son El País y El Mundo.


Para este, el titular principal hace referencia al debate, más candente que nunca, sobre el modelo de Estado autonómico. Por su parte, El País opta por dar primacía al siguiente titular:

ETA ofrece al Gobierno el inicio de contactos para hablar de desarme

 También El Mundo lo trata en portada, pero de manera menos destacada, y en los siguientes términos:

ETA ofrece el "desarme" si el Gobierno "desmilitariza" el País Vasco

Ignoro qué se estudia en las facultades de periodismo. Tengo una vaga idea, quizás prejuiciosa, de que adoctrinan a los estudiantes en algo así como que no existe eso que se llama la verdad objetiva, que los hechos no existen, que todo son interpretaciones, etc. Desde luego, como descripción de la ideología latente en la mayoría de redacciones, esto es difícilmente discutible. Si El País actúa como el boletín oficioso del PSOE, con espacio cedido para que Rubalcaba escriba incluso sobre la victoria liguera del Real Madrid, el caso de La Razón (la portada de hoy sábado debería ruborizar hasta al más pepero) es realmente un ejemplo penoso de servilismo político.

Sin embargo, cualquier persona que no haya sucumbido con armas y bagajes al relativismo total tiene que seguir creyendo en una verdad objetiva, por inalcanzable que sea, o por prostituida que esté la profesión periodística (que me perdonen las honorables excepciones entre sus miembros, que las hay). Y los titulares transcritos nos ofrecen un ejemplo digno de estas dos filosofías antagónicas, el realismo (la realidad existe independientemente de nuestras percepciones y prejuicios) y el idealismo (la realidad es nuestra construcción, y nada más).

El País no informa de un hecho, sino que directamente nos ofrece su interpretación. ETA "ofrece", ETA desea hablar de desarme. Por utilizar una de esas muletillas de que tanto se abusa en el estilo periodístico, "la pelota la tiene ahora el Gobierno". Eso es lo que se desprende instantáneamente de un titular como este. La responsabilidad de que haya paz recae no en los terroristas, sino en el ejecutivo del PP. Por el contrario, el titular de El Mundo nos informa, mediante los entrecomillados, de lo que realmente ha dicho ETA, y es que está dispuesta al desarme si el gobierno retira al ejército y a las fuerzas policiales del País Vasco, equiparando a los criminales con las fuerzas del orden. Es decir, un discurso no muy desemejante del que ha servido para justificar décadas de asesinatos y extorsiones.

Podemos ir mucho más allá de la lección de periodismo. Aquí la cuestión de fondo es la diferente actitud ante el terrorismo de las ideologías de izquierda y de derecha. Mientras la primera comparte (matices más o menos hipócritas aparte) el lenguaje de los terroristas que hablan de "conflicto", la segunda entiende que los terroristas no son más que una variante de criminales, que deben ser puestos a disposición de la Justicia y nada más.

Otra cosa es que la clase política esté a la altura de lo que se espera de ella, pero la demarcación ideológica no ofrece dudas. La derecha cree en el derecho (el juego de palabras es involuntario, aunque etimológicamente revelador), mientras que la izquierda, en lo más profundo de su alma, no ha creído nunca en él, siempre lo ha considerado una "superestructura de la clase dominante", antes y después de que Marx lo formulara con estas palabras. Por sus titulares los conoceréis.

martes, 1 de mayo de 2012

La fiesta de los trabajadores por cuenta ajena

El 1 de mayo es la fiesta de los trabajadores. Pero no de cualquier trabajador. La dueña del bar, el taxista, la peluquera, difícilmente se manifestarán por sus derechos laborales, porque no están muy seguros de tenerlos. Y no será porque no madruguen y no trabajen, y mucho. Pero por alguna razón, cuando se habla de los trabajadores, implícitamente parece que nos referimos solo al trabajador por cuenta ajena, al asalariado. Y preferiblemente al del sector secundario.

En España hay 17,8 millones de personas ocupadas. Y según se desprende del directorio información-empresas.com, existen más de 4 millones de empresas, desde Juan Pérez García (taxista), hasta El Corte Inglés (con cerca de cien mil empleados). Hagan la cuenta, la media de trabajadores por empresa es de poco más de cuatro. Pero por alguna razón, parece que son más trabajadores (en sentido nominal) los empleados de la gran industria que los camareros, los dependientes del comercio o el fontanero autónomo. Y es que, claro, de mil en mil siempre se tiene más fuerza.

Los trabajadores de la industria tienen derecho a defender sus intereses. Pero por alguna razón, los llaman derechos, y pretenden que representan a todos los trabajadores, elevados prácticamente a categoría metafísica.

Por alguna razón, alguien estableció un día el 1 de mayo como la fiesta del trabajo. Ese mismo día de 1886 se inició una huelga en Chicago que se saldó con decenas de muertos en enfrentamientos con la policía y con la muerte en la horca de cuatro obreros anarquistas (y uno más que se suicidó antes de la ejecución de la sentencia). No se acostumbra a entrar en detalles sobre los graves disturbios que se produjeron durante esas jornadas de huelga, entre ellos la muerte de siete policías por la explosión de una bomba, que además causó graves heridas a otros cincuenta agentes. Ni de que en la redacción del Arbeiter Zeitung se descubrió "cierta cantidad de dinamitas y de armas" (La Vanguardia del 8 de mayo de 1886).

Sí, posiblemente el juicio estuvo plagado de irregularidades. Puede que los condenados fueran inocentes y que la prensa de la época, "de San Francisco a Nueva York", influyera en la opinión pública poniendo "todas las mañanas sobre la mesa de almorzar, la imagen de los policías despedazados (...); sus hogares desiertos, sus niños rubios como el oro, sus desoladas viudas" (José Martí). Pero desde el propio relato de Martí hasta hoy, la versión profusamente difundida durante más de un siglo ha sido la del imaginario obrero, con exclusión de cualquier otra.

Por alguna razón, se reivindican los intereses (perdón, derechos) solo de una clase, de una parte de los trabajadores; y por alguna razón se conmemora la muerte de cinco agitadores izquierdistas, pero no las de siete trabajadores del orden público.

Comprenderán que, por alguna razón, muchos no encontremos nada que celebrar el día 1 de mayo.