sábado, 14 de agosto de 2010

Don Miguel y Al-Miquel

Miguel Payeras es un periodista mallorquín que alterna en su blog algunas afirmaciones sensatas con otras en la línea del progresismo más trillado y previsible. Así, opina que Zapatero "es el peor presidente que ha tenido este país desde que gozamos de democracia". Algo, por cierto, que Intereconomía, entre otros medios, lleva años sosteniendo. Lo cual no impide a Payeras arremeter contra la TDT de "ultraderecha", a la que define por "el odio a todo lo diferente", y especialmente al pa amb tomàquet y al tradicional caganer de los belenes (esto lo deduzco yo, no es que lo diga explícitamente Payeras), aunque los tertulianos de "El gato al agua" se empeñen en disfrazarlo con disquisiciones jurídicas sobre el Estatuto y la Constitución.

Pues bien, un lector desprevenido podría pensar que este Payeras es el mismo que colabora con la revista pancatalanista El Temps, editada desde Valencia por el niño subvencionado de la Generalitat catalana, Eliseu Climent. Pero tengo motivos para sospechar que se trata de otro Payeras, pues quien firma en la revista es Miquel, con q, mientras que en el blog es Miguel, con g. Dirán algunos que la diferencia es irrelevante, pero no, tienen que ser dos personajes diferentes, como los Dupond y Dupont de los tebeos de Tintín (aquí traducidos como Hernández y Fernández). Verán por qué lo digo.

En su blog, Miguel publica una entrada titulada Israel, en la cual, sin miedo a los tabúes de la corrección política, manifiesta su preocupación ante el antisemitismo desplegado por las trágicas muertes del convoy de Gaza. Dice, juiciosamente: "Y extraño es, en fin, que tanto progre europeo esté dispuesto a enfocar más su interés sobre los efectos de la democracia israelí que sobre la perversa esencia de las dictaduras islamistas[,] incluida la que se padece en los territorios palestinos que gobiernan los terroristas de Hamás..." ¡Bravo! Suscribo hasta la última coma, y hasta he añadido una y todo.

Vean en cambio lo que escribe Miquel (con q) en El Temps, en el artículo titulado "La por a Euràbia" (El miedo a Eurabia): "De golpe [traduzco del catalán], y a remolque de la histeria norteamericana [por el 11-S], los musulmanes se vuelven sospechosos." Los atentados de Madrid y de Londres -prosigue- no hicieron más que incrementar "recelos ancestrales". Más adelante, asegura que los musulmanes en Europa tienen un bajo índice de integración y padecen una "fuerte discriminación", sin otra justificación de lo segundo (lo primero es obvio) que un informe cuyo título ya nos pone en guardia sobre su exquisita corrección política: "Los musulmanes en la Unión Europea: discriminación e islamofobia". Todo el reportaje está escrito en el mismo estilo de sugerir que no existe un problema con el islam, sino con la percepción que Europa tiene del islam; se habla de las redes islamistas como "supuestas", y se rechaza con engañosa tautología mezclar terroristas con personas religiosas "que no tienen nada que ver con actuaciones ilegales". (Claro, es injusto mezclar a terroristas con personas que no son terroristas, la cuestión estriba en saber si lo son o no.) El artículo se ilustra con una fotografía de dos apacibles mujeres musulmanas caminando junto a una pintada que ladra: "Heil Hitler", como si se tratara de un exabrupto xenófobo, cuando lo más probable es que el autor sea un islamista de esos que, como Ahmadineyah, querrían terminar lo que Hitler empezó.

Por si no quedara bastante claro, Payeras rubrica una entrevista al presidente de la Federación Islámica de las Islas Baleares (edición impresa, nº 1365), con perlas como las siguientes: "El Islam no tiene nada que ver con ninguna violencia. En ningún lugar del Corán se dice nada de toda esta violencia que se nos imputa. [Rigurosamente cierto: en el siglo VII no había bombas ni aviones...] (..) El Islam es paz, concordia, es educación... [snif!] Lo que hace falta es conocernos mejor. (...) Esto [la persecución de otras religiones en el mundo islámico] es otra de las mentiras que corren en Europa y todo el mundo se las cree. En Argelia, hay una catedral católica, en casi todos los países islámicos hay iglesias cristianas si hay [traducción: si quedan] cristianos que viven allí... Y no pasa absolutamente nada." Sin comentarios.

No hay duda, Miguel y Miquel son dos personas distintas. O al menos dos personalidades, una que se atreve a decir inconveniencias como que Israel es la única democracia de la zona, y otra que se pliega camaleónicamente al discurso anestesiante de la izquierda sobre el Islam. Si Jaime I levantara la cabeza...