martes, 27 de julio de 2010

Hitler fue agente de los Estados Unidos

Al leer las delirantes declaraciones del director de cine Oliver Stone, según las cuales Hitler contó con el apoyo de los industriales americanos y británicos (no dice algunos), y la "dominación judía de los medios de comunicación" (Jewish domination of the media) ha oscurecido el hecho de que murieron muchos más rusos que judíos, he recordado un e-mail publicitario que recibí hace unos días, sobre un nuevo libro de un tal Abel Basti. Este periodista lleva años afirmando que Hitler no murió en el búnker, sino que escapó a Argentina ayudado por los Estados Unidos, por si podía serles útil en una hipotética tercera guerra mundial contra la Unión Soviética. Como no he leído ninguno de sus libros, ni creo que lo haga, sinceramente no sé si se trata de un novelista de fértil imaginación, un cínico embaucador o sencillamente un majareta. Lo que sí parece ser es un antiamericano furibundo, especie muy extendida que en su forma más pura se caracteriza por lo siguiente: No puede sufrir que le recuerden que los Estados Unidos salvaron a Europa de los totalitarismos nazi y comunista, y si pudiera reescribir la historia y mostrar a los americanos del lado del Tercer Reich, le encajaría todo mucho mejor. De un lado, habría el Mal capitalista, y del otro el Bien socialista. Y si la Historia se resiste, siempre podemos imaginar una siniestra conspiración para ocultarnos la verdad. Aquí viene de maravilla el lobby judío... De ahí a relativizar o negar el Holocausto (a fin de cuentas, ya se sabe, usurero judío = capitalista = el malo) no hay más que un paso, que amigos de Stone como Chávez o Ahmadineyah ya dieron hace tiempo. Desde luego, la expresión tonto útil que siempre viene a la cabeza en estos casos, resulta excesivamente suave. Y no sé si gilipollas acabado se queda también corta.