domingo, 28 de septiembre de 2008

Independentismo y nivel educativo

Según un estudio dado a conocer por un think tank independentista catalán (Cercle d'Estudis Sobiranistes) "como más nivel educativo se tiene, más favorable se es a la independencia".

El estudio se ha basado en una serie de encuestas realizadas entre 1991 y 2008 por diferentes entidades, cuyos resultados se han presentado unificados (metodología discutible, aunque no entraré en ello). La gráfica en la cual se sustenta la afirmación anterior es ésta:


Como puede observarse, la posición favorable a la independencia es del 21,7 % entre los encuestados carentes de estudios, y aumenta con el nivel formativo hasta alcanzar el 40 % aproximadamente entre los que tienen estudios universitarios. Asimismo, el estudio ofrece otra gráfica de la que parece desprenderse que los que leen la prensa con más asiduidad, también son más favorables a la independencia:

Esta gráfica sin embargo es inutilizable, debido no sólo a la errata de la denominación repetida "muy poco/casi nunca", sino a la imprecisión de las fronteras entre los que leen la prensa de "tanto en tanto", los que lo hacen "muy poco", los que "casi nunca" y los que nunca (que según el informe, no están incluidos). Es difícil sustraerse a la impresion de que se ha querido forzar la correlación entre independentismo e índice de lectura de la prensa mediante la división ad hoc en los grupos adecuados.

Limitémonos, pues, a la correlación entre nivel de estudios e independentismo. ¿Cuál sería la causa? Evidentemente, para un independentista, la explicación más halagadora sería que sólo la gente menos informada se opone a que Cataluña sea un Estado independiente. (Nótese sin embargo que un 44 % de las personas con estudios universitarios de grado superior son contrarias a la independencia, frente al 39 % que la defienden.)

En mi opinión, la explicación es otra: La gente que no ha padecido -o lo ha padecido durante menos tiempo- el adoctrinamiento nacionalista en las aulas, tiende a ser menos favorable a la independencia.

De todos modos, creo que el estudio tiene la virtud de mostrar también los límites de la hegemonía cultural del nacionalismo. Entre las personas que tenemos el catalán como lengua materna (el 43 % de la población catalana) el 52,6 % está a favor de la independencia, mientras que un 34,5 % de irreductibles nos posicionamos en contra. Y el estudio concluye: "Se ha de incidir [sic] en el 34 % de catalanohablantes que están en contra".

Es obvio que a los autores del estudio les desconcierta que haya tantos catalanohablantes que no queramos la independencia, de ahí que quieran "incidir" en nosotros.