sábado, 16 de agosto de 2008

Por un Estado más fuerte

Rosa Díez, tan admirada -de manera incomprensible para mí- por algunos liberales, exige un "Estado más fuerte". Que por supuesto se refiera al Estado central frente a las taifas autonómicas, no cambia mucho el sentido último de su exigencia. Los socialistas siempre consiguen justificar sus pretensiones de reforzar el poder político de una manera u otra; lógicamente si presentaran sus objetivos bajo la luz más cruda, en lugar de conseguir adeptos los espantarían.

Lo que necesitamos no es más Estado, sino menos, y a todos los niveles, es decir, empezando por las autonomías. En lugar de que Cataluña siga reclamando mejoras en su financiación, el gobierno catalán debería recortar drásticamente sus gastos y su intervencionismo (tanto lingüístico como de otro tipo) en la sociedad. Desgraciadamente, ni siquiera el PP catalán parece estar dispuesto a enarbolar esta bandera.

Pero lo que me ha llamado la atención, casi más que la frase de Rosa Díez en sí, es el contexto en el que la ha pronunciado. Se trata de unas jornadas sobre la crisis económica organizadas en Valencia por Unificación Comunista de España, un partido que en su sitio web se proclama seguidor de "los principios de la teoría de Marx, Lenin y Mao" y continuador de "la tradición revolucionaria del PSOE de Pablo Iglesias y del PCE de José Díaz y del Frente Popular".


Es digno de nota que en la página principal de este partido de extrema izquierda, que aboga por la abolición de la propiedad privada, aparte del apoyo explícito a UPyD en las pasadas elecciones, se puede ver un enlace a una web favorable a Rosa Díez (en la que es presentada como el Obama español), así como un banner con una foto y una frase de Álvaro Pombo, conocido escritor y candidato al senado por UPyD.

Evidentemente, con ello no estoy intentado decir que Rosa Díez sea una especie de Pasionaria. Simplemente pretendo ilustrar su carácter fundamentalmente izquierdista, es decir, estatista. Muchos se han dejado impresionar por sus críticas al nacionalismo, y a la escasa independencia del poder judicial, y tal vez creyendo que no tiene la más mínima posibilidad de gobernar, han creído interesante "castigar" la tibieza del Partido Popular en estos temas votando a UPyD y manifestado sus simpatías hacia esta formación.

Sin embargo, aunque Rosa Díez no llegue a ser nunca presidenta del gobierno, la ideología que defiende, por mucho que en algunos temas pueda parecer sensata, es lo último que necesita este país ni ningún otro, o sea, más impuestos, más gasto público, más intervencionismo y más "guerras culturales" contra los principios morales de buena parte de la población, en lo que no se distingue en nada del proyecto de Zapatero; si acaso en su mayor radicalismo, propio de un partido pequeño que tiene mucho más que ganar que perder.

Todo esto es -también- Rosa Díez, y me parece un grave error olvidarlo.